En una época donde la adecuada comunicación es clave para abrir cualquier puerta en el mundo empresarial, la reputación corporativa emerge como el principal aliado para dar ese paso.
Trazar un 2024 enfocado en construir o fortalecer la reputación corporativa debe ser una prioridad para cualquier compañía que quiera crecer. No obstante, ese crecimiento no solo se trata de incrementar ventas o contratar más personal, está también relacionado con valores intangibles que se entrelazan con otros réditos para una organización.
Laura Salas, Account Manager de CCK, confirma que la agencia cuenta con más de 36 años de trabajar junto a grandes compañías para gestionar su reputación corporativa; hoy muchas de ellas están dentro del ranking de empresas con mejor reputación corporativa de MERCO Empresas, esto gracias al mérito por el trabajo ético que han realizado, pero también, por el compromiso que tienen de luchar por ser mejores cada día y por tener un país más próspero para todos.
La reputación corporativa es ese valor intangible y activo que debe estar en la cima de la pirámide de cualquier organización. Se construye desde adentro, pero ¿cómo hacerlo estratégicamente?
El primer paso es la identificación de los colaboradores con la empresa y los servicios que ofrece. Solo construyendo desde adentro se puede construir hacia afuera, esto quiere decir que no existe reputación corporativa si los mismos trabajadores no creen en el lugar donde laboran, pero sobre todo si no tenemos líderes más humanos.
Cuando el interior de la organización está sólido y alineado hacia lo que se requiere, se alcanzan objetivos como los siguientes: confianza del consumidor, atracción de talento, mayores ingresos, impacto de valor de la marca y oportunidad de crecimiento empresarial.
Las empresas con una sólida reputación corporativa están mejor equipadas para manejar crisis. Una buena reputación actúa como un amortiguador, ya que la confianza ganada a lo largo del tiempo puede ayudar a minimizar el impacto negativo de eventos adversos.
Incluso, la reputación corporativa puede diferenciar a una empresa de los competidores. Es claro que en la actualidad los consumidores son cada vez más selectivos y apuestan por empresas que operen de manera ética y responsable.
Por eso, una buena reputación corporativa implica cumplir con estándares éticos y legales. No en vano, el incumplimiento de regulaciones o prácticas comerciales poco éticas pueden tener un impacto negativo significativo en la reputación de una empresa.
Las empresas con una reputación positiva están comprometidas con prácticas de sostenibilidad. Este compromiso no solo contribuye al bienestar de la sociedad, sino que también mejora la imagen que se proyecta hacia los diferentes públicos de interés pues recordemos que no solo se trata de los colaboradores y el consumidor final, la reputación corporativa está compuesto por múltiples partes interesadas.
Los clientes se identifican con las empresas que son congruentes con sus valores y la humanidad de sus acciones, aquellas que son lideradas por personas comprometidas que utilizan la comunicación corporativa como una palanca clave para visibilizar todo aquello que hacemos bien, pero también cómo enfrentamos los errores. Son esas compañías líderes las que sostienen la sociedad y hace que esta funcione para el beneficio del país. Por eso es tan importante que esas compañías se sigan destacando por la innovación, el talento, la ética, el crecimiento económico y, principalmente, por gestionar adecuadamente su reputación, afirma Laura Salas.
Si quiere tener una compañía líder en reputación, también debe contar con un equipo líder en comunicación. Puede contactarse al info@cckcentroamerica.com para más información.