El líder como fuente de inspiración

Casi 3 años después de que el planeta entero y todas las actividades humanas se vieron impactados por la emergencia sanitaria del COVID-19, poco a poco las estructuras empresariales se han ido acoplando a las nuevas realidades que quedaron como secuela de ese evento histórico.

No solo el teletrabajo ha sido un elemento dinamizador de las compañías, ya sean pequeñas, medianas o grandes. También, ha variado la forma de gerenciar equipos, trazar objetivos y establecer metas para beneficio común de quienes conforman un mismo ente.

Este 2023 se encamina a hacer un año de estabilización tras los impactos de la emergencia sanitaria. Sin embargo, también podría ser un año en el que la actividad económica mundial enfrente baches a raíz de una incipiente crisis en sectores puntuales, como el tecnológico, con compañías gigantes que emplean a miles de personas en múltiples países. No en vano, ya algunas empresas anunciaron recortes masivos y se prevé que la tendencia pueda continuar.

Es por eso que, ante la incertidumbre del futuro y las lecciones aprendidas de la pandemia, como el hecho de saber que las cosas pueden cambiar de un día para otro, los líderes empresariales están llamados a alzar la mano para proteger adecuadamente el valor más grande de cualquier organización: el recurso humano.

En esta línea, el informe “Liderazgo en Centroamérica: Horizonte 2023”, elaborado por CCK Centroamérica y ManpowerGroup, señala que en el mercado laboral costarricense un 90.14% de las personas entrevistadas apuntan a que un líder es quien construye un equipo. Además, un 86.96% es aquel que motiva y un 87.45% es aquel que inspira.

Es así como esos tres elementos deben ser ponderados por los líderes empresariales para garantizar el éxito de una compañía.

Construir equipo no es solo conformar, es también formar personas con valores, que se sientan parte de una organización, sean felices y que den lo mejor de sí para alcanzar los objetivos planteados.

En tanto, motivar no es solo validar cuando se hace bien el trabajo.  Es también acuerpar el personal en los momentos laborales complejos. Es convencer al personal de que se cuenta con la capacidad para salir adelante, con el total respaldo de la empresa y, sobre todo, con el apoyo del líder.

Por último, inspirar no es proyectar una imagen de un “ejecutivo modelo” con carácter fuerte que logra las metas a regañadientes. Inspirar es un concepto que va más allá y que se encierra en mantener al personal “inspirado” para construir una sinergia que fortalezca el accionar de la empresa. Un líder que inspira es aquel que a todos los hace sentir ser parte de un equipo y, principalmente, ser importantes para alcanzar el éxito empresarial.

Precisamente, según el informe, los líderes deben mejorar las capacidades administrativas y organizativas (43.75%), así como el conocimiento y las habilidades técnicas (41.25%). Mientras, quienes son subalternos, consideran que sus jefaturas y líderes deberían mejorar la comunicación (38.73%) y la creatividad e innovación (37.32%). Es decir, con estos resultados, es claro que para completar el rol del líder no basta solo con reforzar los aspectos técnicos para el ejercicio de las funciones. Es necesario ver más allá de lo que demandan los miembros de la organización para garantizar que todos reman hacia una misma dirección y sobre todo, bajo la tutela de un líder que los inspira, los orienta y guía.

Para conocer más acerca del estudio puede visitar: https://cckcentroamerica.com/liderazgo-en-centroamerica/


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