¿Por qué medir los resultados de nuestros esfuerzos en comunicación?

Establecer objetivos es un requisito para la planificación, la medición y la evaluación de nuestras campañas y acciones de comunicación.

Esta es la forma ideal para asegurarnos de que todo aquello que hagamos, para impactar a nuestros públicos de interés, realmente nos ayude a obtener los mejores resultados. Mi recomendación es plantearlos utilizando la metodología SMART: específicos, medibles, alcanzables, realistas y en un periodo definido.

Cada uno de los componentes de los objetivos SMART son muy importantes porque son la clave para determinar si realmente alcanzamos la meta propuesta a través de nuestras campañas. Desde antes de plantear un objetivo de una campaña, debemos tener claro cómo lo queremos evaluar.

¿Y por qué esto resulta tan importante? Justamente porque lo que no podemos medir resulta ineficaz.

La evaluación nos permite:

  1. Demostrar el éxito de nuestras acciones.
  2. Tomar mejores decisiones de acuerdo con la evidencia.
  3. Concentrarnos en lo que es útil y relevante.
  4. Medir la calidad del mensaje.

Todos los puntos anteriores son fundamentales, pero aún más el de cómo “medimos” los mensajes de nuestra campaña. Las buenas prácticas de la industria nos dicen que la medición y evaluación de la comunicación deben incluir un análisis tanto cuantitativo como cualitativo.

Justamente respondiendo a lo anterior, es que en CCK desarrollamos un mecanismo de medición, que hace énfasis en el análisis del mensaje correcto a través de los medios que llegan a las audiencias meta. Creamos un algoritmo al que llamamos “ME: media efficiency” el cual consiste en una rúbrica de evaluación cualitativa de las notas en medios de comunicación y las campañas orgánicas que se realizan con influenciadores (SME: social media efficiency), que nos permite evaluar la calidad de nuestros resultados.

Así como los objetivos no pueden ser lo mismo para todos, tampoco la forma en cómo los evaluamos. Por eso las variables del algoritmo son diferentes para cada cliente y deben establecerse de acuerdo con las metas que cliente desea alcanzar y que impacten directamente su negocio.

Así las cosas, el nuevo desafío en comunicación no es solo el de plantear objetivos, es realmente el comprender y trabajar con datos que nos faciliten la medición y evaluación. Esto sin duda nos abre un horizonte de posibilidades y oportunidades para impactar a nuestras audiencias.

¡Los invito a que lo hagamos juntos!


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